Kinuko parece una treintañera normal. Bastante discreta, callada y muy consciente de su propia privacidad, sabe cómo manejarse por Internet y utilizar las nuevas tecnologías. De hecho, su principal fuente de ingresos proviene de sus trabajos como programadora/consultora independiente. Actualmente trabaja para The Switch, que ha subcontratado algunas de las tareas de codificación más complejas a su colectivo online. Es reservada y la gente que la conoce, la mayoría compañeros de trabajo, tiene dificultades para saber cómo es realmente. La describen como una "gran trabajadora", "inteligente" y "agradable".

Hace poco se suscribió a un servicio de citas con la esperanza de encontrar a alguien parecido con intereses afines. Así es como conoce a Adam. Siente algo por él y se plantea dejar que entre en su vida.